El mundo se vuelve loco. Al menos puedo notarlo unas 15 veces en el día. De repente, me levanto a la mañana.
Las peatonales de nuestras ciudades son pintorescas pero es cuestión de reaccionarlas mirando hacia arriba.
Un día quise filmar el momento, una foto hubiese sido perfecta pero me frenó mi humanidad.
Entonces, alboroté a señora mayor diciéndole que lo clásico se distinguía.
Mis ojos le sonrieron a un violoncello y mis brazos lo abrazaron. Cómica, claro.
Dije de barbaridades y saqué cuentos imaginarios. Tenía coquetería, un poco de leopardo y más cosas por descubrir.
Me alarmaron de ilusiones de temporada y de esperas en años luz. Rebelde, ¡deseo!
Me voy a adueñar de vos♥
13.12.06
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3 comentarios:
siempre nos frena nuestra humanidad, pero de alguna manera, terminamos sacando fotos de los momentos en donde queremos vivir el resto de nuestras mentes para siempre.
No hacen falta fotos, ni filmaciones para los momentos importantes de nuestras vidas.
Los mismo se quedan grabados en nuestro cerebro, y muchas veces ni siquiera sabemos describirlos (tampoco es necesario).
Uno no se adueña de las cosas que ya son propias.
solo pasaba...
saludos
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